Aquí estoy, haciendo los deberes.
Ya ni couching, ni motivación, ni a tope de energy,ni perfección absoluta, ni autoconocimiento ni hostias ni mandangas.
Ahora toca estar en calma.
Aunque con todo lo que nos rodea, cada vez es más difícil.
Con la calma trabajamos también la perspectiva y poner a cada cosa y a cada momento en su lugar.
Así que ya le he dado una primera leída completa y ya toca repasar y practicar.
La semana se presenta prometedora y estoy segura de que voy a practicar mucho.
Ya os iré contando porque por el momento parece que funciona...
Preparando la masada para los cimientos...
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