jueves, 15 de enero de 2015

HONOR




Ayer en las noticias pudimos escuchar el comunicado de la enfermera infectada por el ébola.
Tan sólo había una forma real de reparar el honor de la médico:  Reconocer públicamente que había
mentido y que se había puesto en duda su profesionalidad y su reputación.

Con una sola mentira el prestigio de una persona se tiró por los suelos: Años de estudio en la
facultad, pruebas de acceso, años de atención a los pacientes...
Ha tenido que haber tribunales por en medio para poder llegar a esta situación.
Estoy más que segura de que el daño personal que ha sufrido la médico y las personas que la quieren
y la aprecian posiblemente sea irreparable.

Y que va a pasar mucho tiempo hasta que esta situación le permita volver a confiar en los demás y
retomar la normalidad de su día a día sin que esto la condicione.

Diariamente ocurre esto a distintos niveles, aunque no todos tenemos la posibilidad de defendernos
igualmente.

Ante estas situaciones sé de algunas que va a ser complicado que se permita recuperar el honor
perdido por culpa de terceros que buscan conseguir sus objetivos a través de la búsqueda del
desprestigio y la difamación.

Entre otras cosas porque no van a estar presentes para reconocer públicamente que lo han hecho.

Pero eso no va a impedir que siga buscando que esa situación se repare y  que cada día trabaje para
poder seguir dando lo mejor de mi misma, a pesar de todo.

Como la médico , también necesito mi tiempo.