miércoles, 4 de diciembre de 2013

MUERTOS EN VIDA



Recuerdo que ese día no podía apartar mi cabeza de la reja para ver esta imagen.

Tenía la imperiosa necesidad de seguir mirando y entrar más adentro.
Pero la verja no me dejaba acercarme.

Tan sólo podía observar e intentar ver más allá, supongo que para escuchar más porqués de los que mis ojos veían y mi mente entendía.

Y aunque no esté en el mismo cementerio judío de Praga,

llevo varios días de nuevo viendo más allá de lo que mis ojos ven,
y mi mente entiende lo que otros no entenderían.

Y aunque en un principio hay lápidas y yo estoy detrás de la verja,
puedo estirar mis brazos y tocarlas...
y siento que dentro hay vida.

¡Qué gran responsabilidad hacer renacer los sueños!, darle sentido al día
e intentar que en mi entorno, no haya más muertos en vida.




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