En unos días tendrá 19 años...
En aquellos entonces, yo no tenía coche y lo que se estilaba era el autobús de línea.
Llegó en una pecera, llena de vómito y con un coletero de esos que se despeluchaban con cualquier enganchón.
No pude subirla a un bus de línea porque no se pueden subir animales, así que desde el centro de la ciudad, fui hasta el final del Actur con la pecera, una bolsa de piedras para gatos y algo de comida: totalmente cargada.
Y evidentemente, no calló en todo el camino y la gente me miraba con una pizca de lástima y pena.
Al llegar a casa, la bañé y la sequé con un secador y desde entonces ha sido la muñequilla de la casa.
Está muy preparada: licenciada en derecho, diplomada en relaciones laborales, ha opositado a justicia, ha hecho todo tipo de labores del hogar, ha jugado a Citiville, al Candy Crush...
Ha visto cientos de películas y ha amargado otras tantas.
Odia pasar frío y le encanta robarte el bizcocho del desayuno y el jamón de York.
Es muy caprichosa, es adorable y está un poco loca. Esto último se ha acentuado bastante con la edad.
Y esto último ha sido lo que hoy me ha llevado a darme un buen susto (y un buen disgusto también).
Su comportamiento no era normal.
-"Es muy mayor" ha dicho el veterinario...tiene artrosis.
-"Pero seguro que no es nada más ¿verdad?
-Nada más, ha cerrado él.
Así que más feliz que una perdíz me he llevado a mi Tuni a casa.
Sé que es mayor, y que tengo que hacerme a la idea....pero por el momento no voy a pensar en ello...prefiero seguir tirándole el coletero despeluchado y seguir jugando...
Hay momentos para todo...